Esta cirugía remodela las formas con una acción específica sobre la grasa que no se puede eliminar con dieta y actividades deportivas. Para obtener buenos resultados, el sujeto debe tener un peso normal.

El aumento se debe al edema presente en los primeros días después de la operación. Los resultados finales solo se pueden considerar después de tres meses de la intervención.

La cantidad total de aspirado de grasa se valora de forma individual con los resultados de análisis de sangre de cada paciente.

Rotundamente no. Esta es una operación que implica la eliminación de capas de lípidos, pero no el cambio de hábitos. Para que los resultados puedan hacerse permanentes en el paciente, deberá seguir una rigurosa dieta baja en consumo de grasas.

La cirugía extrae células grasas de una zona determinada, estas no reaparecen pero si se gana peso de nuevo pueden aumentar de tamaño las que persisten. Lo que debe quedar claro es que manteniendo un estilo de vida saludable y con ejercicio físico regular los resultados son permanentes.

Es muy importante y necesario llevar la faja después de la intervención, ya que ayudará a fijar la piel y evitará que haya cizallamientos o desplazamientos de la piel que hemos avanzado durante la intervención y que hemos dejado mucho más tensa y fija para obtener un abdomen más estético.

La grasa que se extrae se puede desechar o reutilizarla como material de relleno en zonas que precisen de aumento de volumen (mama, glúteos, facial).

Es un procedimiento mínimamente invasivo, que lógicamente en el postoperatorio requiere algún analgésico, o en ocasiones algún antiinflamatorio. El periodo con molestias no suele sobrepasar los 3-5 días.

No, la fibrosis si no la atacas no se irá con el tiempo. Lo que sí hay tratamientos que la pueden eliminar por completo o mejorar en un elevado porcentaje.

La liposucción es una técnica de remodelado corporal, no una técnica de adelgazamiento. Lo ideal, que normalices el peso lo más posible.